Las empresas bancarias son uno de los mejores inventos del ser humano; mantienen tu dinero a salvo, simplifican los pagos de casi todo, te dan un porcentaje (aunque sea mínimo) si mantienes tus cuentas con suficiente efectivo... y mucho más.
Lo que no te dicen es que vas a coger lucha. ¡Y mucha! Durarás horas interminables en sus instalaciones para que te resuelvan los problemas y ¡hay de ti si quieres solicitar servicios extras!
Sin embargo he aprendido, por experiencia ajena, que quejarse en frente de los trabajadores y ejecutivos no resolverá nada. Incluso puede que emperore las cosas; pueden terminar sacándote a patadas del lugar. Repito, no he pasado por esa situación -gracias a Dios. Tengo mucha paciencia y no me importa pasar HORAS y HORAS sentada esperando -siempre y cuando no tenga alguna otra diligencia que hacer- pero entiendo a lo que se quejan.
Así que aquí te van algunos consejos si eres de esos a los que les incomoda la lentitud y mediocridad de algunos cajeros.
Primer consejo: recuerda que tú eres otro cliente más y ellos (los bancos) seguirán funcionando lo quieras o no.
Segundo consejo: tú los necesitas a ellos, de no ser así no estuvieras ahí.
Tercero: las quejas no resolverán tu problema y tampoco aclararán tu inquietud, ¡así que sólo cálmate!
Cuéntame qué situación has pasado o has presenciado en un banco.
Con amor,
Pamela
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